Hoy quiero compartir contigo una experiencia realmente personal: Mi boda amarilla y un poco más consciente. Mi esposo y yo intentamos hacerla más simbólica que una boda habitual. El resultado fue mejor de lo que imaginamos.

¿Tiene que ver amarillo con consciente?

En realidad no tiene nada que ver el color, pero si el significado que hemos visto en el amarillo mi esposo y yo. El amarillo no representa sino un color que hemos amado por varias casualidades que quizás contaré en otro Post.

Me persiguen constantemente preguntas para buscar el significado de lo que hago. Obviamente también lo haría con uno de los eventos más importantes de mi vida. La consciencia del consumo está muy incluida en cualquier celebración, ya que las fiestas tienden a basarse en compras innecesarias y a dejar también residuos innecesarios. Así que por supuesto cosas como globos y confeti no harían parte de esta celebración. Con suerte, las circunstancias también nos empujaron a hacer nuestra boda en un pueblo pequeño, usando recursos en su mayoría regionales.

¿Por qué comparto mi boda por aquí?

Muchos saben que intento consumir conscientemente también las redes sociales. Por eso prefiero compartir el significado y algunas fotos de este importante evento directamente en mi página web. Al fin y al cabo pago por un espacio que he estado construyendo para compartir consciencia con los que quieren aprender conmigo. Comparto la inspiración de esto tan simbólico y especial. Mi boda fue amor y también este Blog lo comparto con mucho amor.

Amor a Tercera Vista

Hoy hace un mes mi esposo Matthias y yo decidimos casarnos. Fue amor a tercera vista!!! Por algo dirán que la tercera vez es la vencida 😉 Contamos la historia en el juzgado antes de firmar. Hubo risas que iban y venían… nuestra historia fue chistosa. La compartí alguna vez en un video en YouTube. Si quieres verlo haz click en este link. 

Mi amada madre

Y sonará a frase de cajón, pero no sobra decir que gracias a mi madre adorada soy lo que soy. Sobre todo por la fuerza y valentía que siempre me ofreció como ejemplo. Esas palabras y otras las dije el día de la boda, pero no alcanzaron ni las palabras ni el tiempo para describir toda la admiración que siento por ella.

Mucho de su ejemplo de fuerza lo he aplicado tanto en mi vida personal como profesional. Alguna vez escribí un Blog con mi abuelo (taita amado) hablando sobre el rol laboral de la mujer y las circunstancias a las que se ve sometida en un país desarrollado y en uno en vías de desarrollo. Haz click aquí si quieres leerlo.

No fue la gran fiesta

Nunca soñé con la gran fiesta. Lo más importante para mi era una unión simbólica en la que en realidad sobresaltara el amor y nuestra identidad. Pero a veces pasa que nos preguntamos, ¿qué somos? ¿qué hace parte real de nuestra identidad? Son preguntas que no son fáciles de responder y más si se trata no solo de la identidad personal sino la identidad de una pareja.

¿Por qué una boda amarilla?

El vestido (por el tema de consumo consciente), se volvió de cierta forma el centro que se conectó con el resto de la simbología de la boda. No me quería casar de blanco, entre otras cosas para tener la opción de usar mi vestido más veces. Matthias y yo siempre supimos que el amarillo era nuestro color. Así que decidimos que nos casaríamos de amarillo. ¿Suena escandaloso y quizás algo infantil cierto? Igual tuvimos en mente que había formas de encontrar la armonía.

El vestido lo diseñó Catalina

La tela principal del vestido la complementaban flores azules y hojas verdes. Estos colores se convirtieron también en algo simbólico. Fui simplemente feliz al ver la tela que Catalina Bayona me propuso para hacer la parte de arriba del vestido. Todo el proceso para hacer el vestido fue con todo el cuidado y calor humano. No sobra aclarar que es un vestido totalmente hecho a mano apoyando la industria colombiana.

Desde estos colores, amarillo, verde y azul se complementó la decoración que mi suegra organizó con tanto amor. En las mesas hubo decoración de flores de invierno, con colores tan vivos como los de cualquier flor de primavera. Mi suegro, Matthias y yo hicimos la carta del menú, que también se ve en la parte de abajo de la foto 😉

Así como mis suegros nos ayudaron muchísimo (no solo con los detalles anteriores sino con muchos más) mi madre y mi tío se dedicaron a ir y venir para sacar documentos en Colombia y la logística para lograr que yo llegara al vestido y que el vestido llegara a mi 😀

Más que testigos de boda

Y como todo tiene un valor tan grato en nuestros corazones, me encanta compartir también que los testigos de la boda fueron amigos muy cercanos y quienes casualmente persuadieron por cada lado la posibilidad de que Matthias y yo pudiéramos conocernos. Así que su rol de testigos es literal 100%. Sin ellos quizás Matthias y yo nunca hubiésemos coincidido.

Nuestros músicos y DJ

Los pocos que nos acompañaron en la boda fueron esos que han estado más cerca de la vida de ambos. Tuvimos la suerte de tener entre ellos un músico, una cantante y un DJ, quienes participaron haciendo un súper ambiente y añadiendo más ingredientes simbólicos, amor y felicidad (si ya sé que en este Blog repito mucho las palabras “simbólico” y “amor” pero es la verdad).

Las fotos profesionales no están listas

De las experiencias más chistosas el día de nuestra boda fue la sesión fotográfica afuera bajo la lluvia (las fotos profesionales todavía no las han entregado). Nuestro Padrino-DJ también nos acompañó en aquella sesión en el frío y ayudándonos como cual perchero a sostener abrigos, bolso, trípode y demás… siempre con la mejor actitud y sonrisas nos hicieron olvidar la incomodidad del clima.

Mi amada cuñada hizo tarjetas muy lindas para el puesto de cada uno de los invitados en la mesa. Cada una pintada a mano, con flores de diferentes estilos. Fue una sorpresa muy linda, no las vimos sino hasta el día de la boda.

La traducción de nuestra historia

Tuvimos a nuestro amigo Simi, traduciendo nuestra historia y palabras de afecto entre todos (que no fueron pocas). Así se logró la comunicación entre quienes estuvimos presente. Hubo esa interacción que quizás en una boda tradicional queda entre los conocidos de siempre en la misma mesa. En momentos de conversación siempre hubo alguien haciendo “soporte” en español, alemán o sueco.

Todos hicieron esto posible!!!

En realidad todos nuestros allegados contribuyeron a hacer nuestra boda tan especial!!! Y más tratándose de una boda lejos, en tiempo de invierno, un día lluvioso y plena nueva ola de pandemia. Mi cuñado corriendo conmigo al salón de belleza. Mis tíos pagando tickets costosos y recorriéndo largas distancias para poder llegar. Los hermanos de Matthias y sus historias de la música que nos hicieron recordar entre risas viejos tiempos. Todos con sus hermosas palabras y su afecto. La logística en el sitio tan hermoso que celebramos… como su mismo nombre lo indica, Märchenwald: “Bosque de Cuento de Hadas”. Hasta tuve la suerte de que una de nuestras amigas invitada me arreglara un diente tres días antes de la boda.

Siguiendo la filosofía de no comprar algo innecesario, pues mi vestido de repuesto para bailar no fue nuevo y quizás por eso no combinaba con los colores de la boda pero por lo menos era de flores 🙂

Mi boda fue simplemente hermosa!!!

Mucho mejor de lo que pude haber imaginado!!! El sentido simbólico se cumplió una y otra vez, con los colores de lo que somos, con el amor que nos rodea, con el significado del trabajo consciente en equipo y el valor de muchas risas y buen ánimo incluso en circunstancias que no parecían las más favorables. Mi boda es algo por lo que siento una gratitud infinita!!! También porque muchos que no estuvieron nos llenaron de cariño y empatía constantes, regalándonos amor incluso desde la distancia.