Fermentados y Encurtidos

Desde hace miles de años, las conservas permitieron aprovechar cada alimento y evitar desperdicios. Fermentar y encurtir no solo preservaba la comida, también fortalecía la salud. Hoy, al hacerlas en casa, ganamos sabor real, probióticos naturales y cuidamos el planeta.

Házlo de manera ágil y metódica. Recuerda: los mejores resultados se basan en calidad no en cantidad

¿Sabías esto?

¿Sabías que las primeras conservas modernas nacieron gracias a Napoleón? A inicios del siglo XIX ofreció un premio a quien lograra mantener los alimentos frescos para sus soldados en campaña.

El ganador fue Nicolas Appert, un confitero y cocinero francés, quien descubrió que al colocar alimentos en frascos de vidrio hervidos y sellarlos herméticamente, podían conservarse durante mucho tiempo.

🔹 El legado: En 1810 publicó su libro “El arte de conservar las sustancias animales y vegetales”. Ese mismo año, en Inglaterra, Peter Durand patentó la idea de usar envases de hojalata (latas), dando origen a la industria moderna de las conservas.

🥫⚠️ Por qué las conservas modernas del supermercado no siempre son saludables

Aunque parezcan prácticas y listas para comer, muchas conservas industriales no cuidan la salud. Sus vegetales suelen provenir de monocultivos, donde se usan pesticidas y fertilizantes que afectan la calidad nutricional. Además, para prolongar su vida útil, contienen altas cantidades de aditivos, conservantes, colorantes y azúcares añadidos. Por eso, aunque sean convenientes, no reemplazan el valor nutricional de las conservas caseras o de alimentos frescos y de temporada.»

⚠️ OjO

Al momento de hacer fermentados y encurtidos es necesario verificar que los utensilios y la superficie estén limpios (te recomiendo usar vinagre blanco para limpiar). Además de eso es buena idea tener tus frascos listos unos minutos después de haberlos esterilizado.

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