¿Helico… qué? Dirán unos, otros ya tienen esas dos palabras claras en su mente para toda la vida! Y es que gracias a la Helicobacter Pylori confirmé la gran importancia de consumir medicamentos conscientemente y no solo dejándonos llevar por el primer «especialista» que nos da un diagnóstico con la receta para ir a la farmacia.
La famosa gastritis
La gastritis es una patología tan común y tan nombrada que usualmente no se le da la importancia necesaria al momento de escucharla como diagnóstico. Tanto así que incluso, apenas genera una reacción cuando nos la confirma directamente el especialista.
Pues bien, como te imaginarás ese fue el diagnóstico que mi doctora de forma muy natural afirmó. Curiosamente apenas me planteó unas tres preguntas para creerlo con toda seguridad. No importa que tantos síntomas quieras contar, ellos te tienen la solución perfecta sin ir más de fondo! El «-prazol» con el que tengan mejor experiencia (o quizás con el que tengan convenio para recetar). Omeprazol, Esomeprazol, Pentoprazol o cualquier inhibidor de la bomba de protones que ya esté en el protocolo.
Mis síntomas…
Se puede decir que mis síntomas empezaron de un momento a otro. Lo primero que recuerdo son retorcijones en el estómago una vez después de haber tomado una cápsula de magnesio y comer algo pequeño después de unos minutos.
Aproximadamente dos semanas más tarde empecé a tener los retorcijones casi una hora después de la mayoría de comidas. Llevaba dos semanas así, y el dolor fue aumentando hasta que llegó el punto en el que tenía miedo de comer. La única forma de calmar el dolor era «paradójicamente» durmiendo sentada. Lo que no sabía era que el ácido del estómago aumenta mientras dormimos, ya entenderás más adelante por qué eso significaba para mi una mejoría.
No, nunca antes tuve sensación de acidez, tampoco sentí antes algo similar a que mi estómago se estuviese quemando y los síntomas de ese momento tampoco se parecían a algo relacionado con reflujo.
Los dolores no hay que normalizarlos
Con esos síntomas definitivamente había que ir al médico.
- La doctora afirmó: Usted tiene gastritis. Eso es normal, porque usted tiene un bebé de tres meses y ahora sufre de estrés, dijo la doctora.
- Yo: Pero espere doctora! Yo no sufro de estrés! Estoy amamantando y suelo dormir relativamente bien junto a mi bebé! Si, despierto cada tres horas aproximadamente pero siento dencanso.
- Doctora: Igual, son cambios, usted tiene gastritis por estrés. Este es el medicamento que debe tomar antes de cada comida: Pentoprazol.
Me pareció un diagnóstico sin fundamento, muy «al aire» como hacen muchos profesionales de la salud por estos días. Ni siquiera se atrevió a recomendar la endoscopia para descartar algo tan relacionado con la gastritis como es la Helicobacter Pylori.
Igual, decidí buscar a como de lugar una prueba de laboratorio, o endoscopia, números, cifras, valores de mi cuerpo escritos!!! porque no estaba dispuesta a confiar ni perder mi tiempo con otro doctor que hiciera otra hipótesis «al aire» (aclaro que son doctores alemanes). No fue fácil encontrar pronto una cita para endoscopia pero finalmente lo logré. En ese momento ni siquiera sabía sobre la existencia de la famosa bacteria.
Consumo consciente de medicamentos
Sin embargo, después de recibir la receta de Pentoprazol, escéptica lo compré y lo tomé. Hubo un antes y un después de tan solo dos días de tomarlo. El dolor empeoró, entonces di el primer paso al consumo consciente de medicamentos, verificar los efectos secundarios. ¿Cuántas veces leemos todas esas letras pequeñas de efectos secundarios que un medicamento puede tener? Esas letras pequeñas muestran mucho y a eso hay que sumarle lo que se encuentra de información online. Si bien es cierto que las fuentes online no siempre son certeras, si se puede encontrar mucha información real.
Pues bien, no me imaginé que los efectos adversos pudieran ser tan severos incluso para el cerebro. ¿Debía seguir tomando un medicamento con el que no notaba ni siquiera una mejoría leve? Pues algunos dirán que muchas veces los medicamentos toman tiempo para que hagan efecto, pero NO, mi cuerpo, mi conocimiento (relativamente limitado porque no soy médica) y mi criterio me decían que este no era el caso. Mientras llegaba el día de la endoscopia descubrí online una de las principales razones de la gastritis: La Helicobacter Pylori. Necesitaba saber si esa era la razón de mis dolores. Y como dice el doctor Carlos Jaramillo, buscar la causa de la gotera y no intentar taparla (con un medicamento) para que en el futuro nuevamente el problema reaparezca incluso en una peor versión.
El dolor de estómago se agudizó relativamente rápido. No sé que causó ese disbalance repentino. Se dice que la Helicobacter Pylori puede vivir en el cuepo muchos años y no tener algún síntoma reconocible. Llegué a pensar que era un efecto por consumir probióticos, también llegué a pensar que era porque estaba consumiendo más magnesio del recomendado, entonces la bacteria se «alborotó». Son dos opciones que todavía no descarto. También los suplementos deben consumirse muy conscientemente, las dosis, las horas y las combinaciones (hidrosoluble, liposoluble) son clave.
Llegó el día de la endoscopia
El doloroso día!!! Ese día de la endoscopia no tuve quien me acompañara, por lo tanto cero anestesia. Apenas me escurrían las lágrimas con la boca ultra abierta mientras me metían el tubo. Afortunadamente hubo enfermeras muy empáticas que me daban fuerza como si se tratara de un parto. Lamentablemente eso no fue lo más doloroso. Cuando se terminó la endoscopia me dijo el gastroenterólogo que tenía Esófago de Barret. ¿Esófa… qué? Ya te cuento!!!
Como no tenía idea de que se trataba llegué a casa relativamente tranquila, pues todavía tocaba esperar a los resultados de la muestra de laboratorio. Luego averigüé que era eso del Esófago de Barret y la angustia empezó. En resumidas cuentas es como que te digan: «tiene comienzo de cáncer en el esófago» Y con la documentación que leí, decía que era un cáncer silencioso muchas veces sin síntomas. Esta patología si puede tener relación con la Helicobacter Pylori.
El «ácido malo» es Helicobacter Pylori
Aparte de descubrir lo que significaba el Esófago de Barret, estaba dando pecho y de solo imaginar que podría no estar viva para mi hijo, me parecía insoportable!!! En esa semana leí muchos documentos para entender mis síntomas, anotaba cuales alimentos toleraba y cuales no. Aparte de eso, una y otra vez confirmaba que el problema de la gastritis no era un exceso de ácido, sino una falta de ácido que desbalanceaba el Ph del estómago creando, llamémoslo en terminos coloquiales, un «ácido malo» porque en si, el estómago debe ser MUY PERO MUY ácido. Ese «ácido malo» es el que genera irritación de la mucosa, agrieras, sensación de quemazón, la gastritis crónica y la úlcera. El «ácido malo» se puede decir que es un ácido no tan ácido. Cabe aclarar que la Helicobacter Pylori no puede sobrevivir en el ambiente ácido ideal del estómago. Eso dicen algunos especialistas de medicina funcional. Otros tienen otras teorías.
Eso del «ácido malo» para mi tenía todo el sentido!!! yo sentía como si el estómago no tuviera la capacidad de procesar, de digerir o transformar el alimento, como si se quedara estancado en el estómago y no siguiera su trayecto. La falta de acidez en el estómago llamada hipoclorhidria tiene esos síntomas y también se atribuye a la Helicobacter Pylori.
Lo que hace un «buen ácido» en el estómago, es «descomponer» los alimentos para que lleguen al intestino y se puedan absorber adecuadamente los nutrientes. Entonces… ¿por qué todos los médicos siguen recetando los «-prazoles» como inhibidores de eso!!! del ácido del estómago?. También suelen recetar pastillitas como los TUMS para alcalinizar. Definitivamente la información que encontraba no cuadra con lo que un médico tradicional receta.
Hablemos con los médicos tradicionales
El vínculo que un médico tradicional actual entabla con sus pacientes (obviamente no es una regla), es casi nulo. También se debe al sistema de salud actual. Los médicos de generaciones pasadas «analizaban más» y relacionaban muchos síntomas para lograr curar desde la fuente del problema. Click aquí si quieres conocer lo que mi abuelo contaba sobre los médicos en tiempos pasados.
Tuve la oportunidad de preguntarle a dos médicos si lo que había encontrado tantas veces podría ser cierto: un estómago algo más «alcalino» de lo normal. La reacción de uno fue como haciendo cara de «esta mujer no sabe lo que habla». Respuestas cortas: Mmm nunca he escuchado algo así, siempre es por mucho ácido y le recomiendo que tome el -prazol para no empeorar el cuadro.
Pero cuidaditooooo, cuidaditoooo con preguntarle directamente a un médico diciendo que según la información online su concepto, mmm… no cuadra! Bueno, los exprimen más de seis años en la universidad, y los forman para recetar fármacos (casi siempre como primera medida) y ahora viene un aparecido a contradecirlos. Seee, es entendible! Lo que ellos no saben es que uno NO es un tonto creyendo en cualquier fuente. Si no hay tiempo escuchar síntomas y hacer un pronóstico real, mucho menos (y es muy pretensioso creer) que entrarán en discusión con un paciente más.
Los resultados
Confirmado, Helicobacter Pylori positivo!!! Ahora tocaba seguir las recomendaciones del médico. OHHH NOOO… Cada día era literalmente una agonía y ya había escuchado gente que se había sometido a matar la Helicobacter Pylori con antibiótico (el exorcismo lo llamé yo), que ni para que cuento lo traumático de todas las versiones que escuchaba online. Prácticamente la mayoría de gente no se curaba!!! La bacteria no desaparecía.
Definitivamente no quería comer. Pero paradójicamente el limón me calmaba los síntomas. Entonces pude preguntarle al médico (mientras me recetaba antibiótico) por qué al comer alimentos ácidos como el limón me podía sentir mejor. Puso su cara de asombro y me dijo: eso es raro pero usted coma lo que la haga sentir bien. Mmm otro médico mediocre en mi lista!!! Por ese y otros comentarios con respecto a la alimentación. Que un gastroenterólogo no sepa de nutrición para mi no tiene sentido.
Con respecto al Esófago de Barret y mi angustia al respecto. Le pregunté qué mostraban los resultados de laboratorio: Ahh sii, según los resulados de laboratorio usted no tiene Esofago de Barret. Creo que esa noticia fue de las que más feliz me hizo sentir en la vida! Casi me voy sintiéndome totalmente derrotada, pero afortunadamente lo bueno de los resultados de laboratorio es que por escrito sabes que hay y que no hay, así sea leyendo en casa.
Lista para el exorc… antibiótico
Ese mismo día compré toda la combinación del antibiótico y el -prazol. Por ser principios de diciembre, ingenuamente pensé que el proceso lo terminaría en dos semanas + una más de recuperación para estar lista en nochebuena. Pasó lo que muchos comentaron online, no la soportaron completa. Interrumpí un día y medio por vómitos constantes. Esas pausas no se podían hacer! por temor a que la bacteria se volviese resistente al antibiótico, así que retomé y continué hasta el final. Aclaro que por esas fechas no había encontrado otra parte de la información valiosa que me ayudó a recuperarme.
El tratamiento con antibiótico terminó pero!!! la receta siempre mantiene el -prazol muchos días después del antibiótico. Tantos se quejaban de la destrucción del estómago con los -prazoles que simplemente no lo hice!
La recuperación después del antibiótico
Como te imaginarás, nochebuena fue toda una nochemala! no mentiras… una noche muy linda porque era la primera navidad con mi hijo, pero yo estuve enferma. Paradójicamente en las fotos me veía bastante bien, pero poco comí en la cena y el dolor seguía punzante! El antibiótico causó nuevos síntomas como la sensación de quemazón y agrieras.
Experimenté con diferentes comidas antes, durante y después del antibiótico, prácticamente lo único que llegué a tolerar fue el aguacate, arroz y salmón. Me tocó ir muchos días al centro de la ciudad a consumir jugo de papaya, era también de lo poco que no me hacía sentir enferma. El jugo de apio también pasaba bien. La papa me volvía loca del dolor!!! sobre todo durante los días del antibiótico. ¿Calditos? olvídate!!! sufría terriblemente!!! con grasa muy moderada. La mandarina y el limón seguían siendo mis aliados, pero un caki o un banano por ejemplo me mataban!!! no sé si era la densidad de esas frutas. ¿Yogurt? No se podía!!! estaban prohíbidos los lácteos durante el antibiótico y mejor no días después.
Lo que me mejoró realmente
El pentoprazol estaba recetado para tomarlo inmediatamente después del antibiótico. No lo tomé. Encontré muchas versiones de como el problema empeoraba con ese tipo de medicamentos.
Escuchando a un especialista famoso online (el Dr. Eric Berg) decía que la opción de erradicar la Helicobacter Pilory de forma «natural» también funcionaba, no solo con el antibiótico (contrario a lo que la mayoría de médicos tradicionales piensan). El Dr. Berg personalmente recomendaba no usar antibiótico para evitar el daño que sufría el estómago y el intestino, sin embargo no lo demoniza si el doctor tratante lo receta.
Quizás lo sabes pero no sobra aclarar que un antibiótico mata todas las bacterias, incluso esas positivas que son clave para el buen funcionamiento del intestino. Recuerda! si el intestino no funciona correctamente, entre muchos otros problemas no hay buena absorción de nutrientes y eso puede generar muchas otras patologías.
Como ya sabes, tomé el antibiótico. Puede ser que efectivamente haya eliminado la bacteria (nunca lo sabré) pero fijo había causado un daño con el que me tocaba ser muy cautelosa para remediarlo. Digo que nunca sabré si fue el antibiótico la solución del problema, porque inmediatamente después de terminar el tratamiento, empecé a aplicar los métodos naturales recomendados tanto para sanar la mucosa y el intestino, como para erradicar la bacteria. Si, también empecé a tomar probióticos aunque también con mucha cautela.
Antes de contarte eso natural que apliqué quiero aclarar que fueron muchas las fuentes que consulté, diferentes doctores famosos y algo muy importante: las experiencias de otros! Eso que quizás a veces pasamos por alto porque cada cuerpo es diferente o simplemente porque puede tratarse de mentiras en la red. Los datos son los que hablan, una cantidad de experiencias puede mostrar claramente una tendencia.
La receta natural:
Tan sencillo como:
- Agua con vinagre de manzana antes de cada comida y
- Mucha col o repollo en todas sus presentaciones, eso sí, no cocido.
Básicamente lo que hace el vinagre de manzana es mantener el Ph del estómago en un punto de acidez que permite digerir los alimentos con mucha facilidad. Lo que tiene el repollo es:
- Tiene sulforafano, como todas las crucíferas. Es antiinflamatorio, ayuda a desintoxicar el cuerpo, regula el sistema inmune.
- Tiene muy alto contenido de vitamina C.
- Alto contenido de vitamina U, que se caracteriza por acelerar el proceso de sanar en el cuerpo.
- Tiene L-Glutamina que ayuda a la inflamación directa del estómago.
Dos semanas después de terminar el tratamiento con antibiótico, los síntomas disminuían muy lentamente… fue después de esas dos semanas que empecé a consumir constantemente el repollo en diferentes versiones y el vinagre de manzana orgánico. Después de tres semanas prácticamente desaparecieron los síntomas.
Datos reales
Enero de 2023 fue un mes de mucha cautela pero de poco a cero dolor! Sin embargo no fui capaz de hacerme el exámen de la Helicobacter Pylori sino después de seis meses. Quería darme el tiempo de recuperación real con un tratamiento natural hecho en casa sin la presión de saber que la bacteria podría estar alli. Igual tenía la tarea de sanar la mucosa. No quería asumir que el antibiótico había sido en vano, tampoco escuchar la recomendación que haría el médico (repetir el tratamiento con antibiótico). No quería aplicar el método natural pensando que podría estar comentiendo un error si no actuaba rápido con los medicamentos que un médico tradicional recomendaría. Fue una decisión que tomé con total consciencia, así como no consumir el medicamento pentoprazol.
Después de enero no volví a tener algún dolor similar, seguí constantemente con el vinagre de manzana y el repollo hasta verano. Fue en Junio de 2023 cuando el resulado de la Helicobacter Pylori salió negativo.
En total bajé ocho kilos, tenía todavía unos tres kilos de sobrepeso del embarazo. Pesaba 58 bajé a 50 y mi peso actual quedó en 53 Kilos.
No olvides que el cuidado del estómago es una tarea de todos los días! Una alimentación rica en vegetales, legumbres y comida real!!! La sanación no se logra con un remedio natural mientras estamos haciendo otras cosas mal. También hay que aprender a escuchar y analizar lo que nuestro cuerpo «habla». En cuanto a la industria farmacéutica en el tema medio-ambiental… mmm eso amerita un Blog aparte.
Si tienes preguntas o comentarios no dudes en escribir!
Con cariño, Nale.
Nale, realmente disfruté tu publicación. Desde adolescente he tenido problemas estomacales, y en ese entonces mi instinto para investigar no estaba muy desarrollado. Nuestros padres hacen lo mejor que pueden, pero aún así se cometen errores. Como resultado, he tenido un estómago muy delicado desde entonces. Entiendo lo de la endoscopia; he tenido que hacerme unas 10 desde entonces y siempre es desagradable.
Me inspira que nos enseñes sobre la soberanía… No hay nada mejor que escuchar a tu cuerpo e investigar a fondo. ‘Tu cuerpo, tu elección’. Es lamentable que la gente confíe ciegamente en los médicos, especialmente en asuntos del estómago. Como dicen, el estómago es el segundo cerebro. Y desafío a quienes dicen ‘eres lo que comes’, porque en realidad es ‘eres lo que digieres’, y eso tiene un mayor significado en estas situaciones.
Por ejemplo, quedé incapacitada para consumir aguacate; mi cuerpo no lo tolera. Solía tener hinchazón estomacal constantemente, pero desde que decidí enfocarme en alimentos reales, no procesados, y reducir el consumo de carne en un 90%, he mejorado. He aprendido que la carne no es necesaria para las proteínas; granos, vegetales y suplementos pueden ser suficientes. Gente como tú, que hacen su propia investigación, están ayudando a desmentir este mito.
Nale, tu pregunta «¿Cuántas veces leemos todas esas letras pequeñas de efectos secundarios que un medicamento puede tener?» realmente resuena conmigo. Es cierto que muchos de nosotros rara vez prestamos atención a estos detalles cruciales. Durante la vacunación contra el COVID-19, observé que casi nadie leía los panfletos informativos de la vacuna. Incluso entre mis amigos y familiares, la mayoría admitió no haber visto nunca el panfleto al recibir la vacuna. Aquellos que optaron por no vacunarse lo hicieron conscientes de su estado de salud, preparando sus cuerpos meticulosamente. Afortunadamente, ninguno de nosotros sufrió efectos secundarios significativos, a diferencia de lo que ocurrió con otros conocidos.
En relación a tu comentario sobre los «prazoles» y su prescripción por parte de los médicos, encuentro intrigante tu observación de que esto puede deberse a convenios entre médicos y farmacéuticas. Mencionas en tu blog: «con el que tengan convenio para recetar», lo que sugiere una posible motivación detrás de estas prescripciones. Además, como señalaste, «los forman para recetar fármacos (casi siempre como primera medida)», esto refuerza la idea de que la formación médica a menudo se centra más en el tratamiento sintomático que en abordar la causa raíz de los problemas de salud.
Tu publicación es valiosa porque te retas a ti misma y a tus lectores a desafiar los mitos y asumir una postura crítica ante la información que recibimos, especialmente en temas de salud. Esta reflexión profunda y crítica es lo que hace tu blog tan importante. Nos invita a todos a ser más conscientes y analíticos, no solo sobre los medicamentos que tomamos, sino también sobre las prácticas y enseñanzas médicas en general.
Gracias nuevamente por compartir tus experiencias e ideas. Tu y tu blog son una fuente de inspiración y un recordatorio poderoso de la importancia de la autoeducación y el pensamiento crítico en nuestra salud y bienestar. Y sobre todo a no tener miedo de indagar y preguntar! Muchísimas gracias.
Me alegro mucho que est[es saludable y que tenga mami para muchas muchas muchas más navidades.
Gracias Nale, por darnos a conocer tus problemas de salud. Me alegra enormemente que pudiste sanar, porque hiciste tu propia investigación y conocer tu organismo, que fue clave para tu recuperación.
Nos das la clave para ayudarnos cuando tengamos un caso de salud complicado. Siempre hay que investigar y ver qué doctores nos ayuden y nos orienten, tomando los casos clínicos, con esmero y con propiedad. Pero si no lo encontramos, lo mejor es seguir tu ejemplo, investigar por nuestros propios medios y analizar que nos causa daño en nuestro organismo y ser muy disciplinados con nuestras comidas y las ayudas naturales.
Me encantó tu blog.