Con el consumo de lo material forjamos experiencias en sociedad y hasta el sol de hoy, esas experiencias definen nuestra identidad y también pueden afectar nuestra salud mental y autoestima.
Desde tiempos prehistóricos lo «material» ha significado para el hombre un estatus diferente, tanto lo «material» útil como lo «material» inútil. Incluso se puede cuestionar la utilidad de algo dependiendo del punto de vista de cada quien. Escribo entre comillas «material» para no entrar en definiciones de física o filosofía.
Salud Mental y Autoestima
Nuestra salud mental y autoestima se ve afectada generalmente por la comparación de lo que tenemos con respecto a lo que otros tienen asumiendo que lo de otros es más y/o mejor. Se empieza a actuar en torno a eso que se considera una falencia en la vida. También se puede volver un hábito sentirnos mal o sentir que nunca contamos con lo suficiente. Ocurre tanto con lo material como con lo «no material» como el amor o la inteligencia.
Identidad y Consumo
Lo material que se consume se va convirtiendo para muchos en la base de su identidad. No soy psicóloga pero he tenido que pasar por algunas crisis emocionales y evaluar profundamente cómo solucionarlo para empezar a actuar.
Una de mis primeras crisis de identidad y consumo, en mi adolescencia, fue el cuestionamiento de mi apariencia cuando me gustaba el rock y el metal, pero!!! también me gustaba la ropa de colores. Algo que no encajaba según los estándares de mi grupo de amigos. Al principio me resistí a dejar de usar mi ropa de colores pero con el tiempo renuncié a ella para sentirme más cómoda con mi grupo y no ser mosca en leche!!!
Nadie me presionó o dijo que no podría «hacer parte de» ese grupo social, pero esa es la adolecencia!!! querer encajar en esos grupos incluso haciendo modificaciones que no nos hacen realmente felices. El problema es que para muchos, esto no pasa solo en la adolescencia.
Luego llegué a la universidad y ahora con mi aspecto de «metalera» era mosca en leche literal!!! La transición para volver a vestirme con colores diferentes al negro, fue más larga que la anterior, aproximadamente 3 años después de entrar a la universidad. Aunque todavía tenía mis amigos de barrio, algo no encajaba bien con mi entorno universitario. Igual defendía mi «apariencia oscura» que ya la consideraba parte de mi identidad!!! Pero el tiempo iba pasando, mi entorno se iba modificando y ya no me sentía cómoda. ¿Era esa apariencia negra realmente parte de mi identidad?
Tuve miedos como que me juzgaran por falta de personalidad si cambiaba y me empezaba a vestir de otros colores. Fué ahí cuando caí en cuenta que mi «identidad» estaba girando alrededor de opiniones ajenas, diferentes a la opinión que yo pudiese tener de mi misma.
La importancia del entorno con nuestra identidad y consumo
Lo que narré en los párrafos anteriores es un claro ejemplo de cómo influye el entorno y la cultura en esa identidad que queremos forjar. En ese entorno también hay amigos que quizá admiramos. Pero luego, la vida pasa y se conocen otros entornos y más personas. Hay nuevas opciones para admirar, nuevas variables que pueden hacer parte de ese «yo quiero ser» o «yo quiero tener». Entre más tipos de entornos conocemos y más experiencias almacenamos nos volvemos más críticos con otros, con nosotros mismos y nuestra identidad. Eso significa mejor salud mental ya que existe más claridad en eso que queremos ser, lograr o incluso, NO queremos ser o tener.
– Ese es el Tip N. 1: Conoce mucho!!! No siempre se necesita gran cantidad de dinero para explorar nuevos ambientes. En tu ciudad o en ciudades cercanas se pueden encontrar diferentes tipos de actividades.
¿Cómo llegué al punto de «no querer tener» lo que usualmente otros anhelan?
Primero que todo hay que tener en cuenta que me encuentro en un estatus de bienestar, en el que cuento con todo lo necesario para sentirme bien. ¿Cuáles son nuestras verdaderas necesidades? te invito a leer mi Blog de las necesidades de Maslow: click aquí.
No me refiero a no querer tener lo material que ya tengo y me hace feliz (según las leyes de Maslow). Me refiero a no querer tener material extra que muchos otros anhelan, como ropa de marca, los perfumes más costosos, el auto último modelo, estar de shoping constantemente, entre otros tipos de consumo que son «copia» de recursos innecesarios para nuestra felicidad y salud mental. Esas ganas de copiar el consumo de otros hace que con el tiempo se convierta en un hábito, luego aumente ese tipo de consumo y pensemos que simplemente hace parte de nuestra identidad.
Si hablo de mi experiencia… en cierto momento de la vida me di cuenta que mi entorno no coincidía con lo que me hacía feliz, con mi identidad. Decidí cambiarlo todo y mudarme. Decidí buscar aquel entorno que coincidía con lo que yo quería, no aquel en el que yo tuviese que adaptar o cambiar la mayoría de mis prioridades y gustos.
Muchas veces se tienen que quemar etapas de la vida, disfrutar o tener ciertos elementos y luego desecharlos para reconocer su valor en la vida. Sin embargo hay mucho material de consumo que no es necesario consumirlo alguna vez para verificar que no hace parte de nuestra identidad, ni tampoco de lo más importante en el entorno que vivimos.
– Ese es el Tip N. 2: Evalúa si tu entorno es coincidente con lo que tu realmente aprecias y quieres. ¿O crees que te gusta pero has ajustado demasiado tu personalidad por adaptarte a ese entorno?
Alguien me dijo una vez que yo era una colombiana rara, porque todas las colombianas que «ese alguien» había conocido, eran bastante arregladas. Me especificó algunos ejemplos: Uñas postizas, extensiones de pelo, pestañas largas no naturales. Esas colombianas generalmente se veían bastante «elegantes» y/o «sexies»… y yo, aunque no soy Hippie no me caracterizo por tener ese tipo de apariencia ni me interesa tenerla.
Me hace feliz comprar y comprar. Eso hace parte de mi identidad!!!
¿Cómo hablar de estos consejos a alguien que asume que es y será feliz siempre que tenga la posibilidad de comprar y seguir comprando? ¿Es salud mental y felicidad real tener la posibilidad de consumir más y más? mmm «Es genial comprar cada tres meses el último TV», «hay que aprovechar las promociones», «no es agradable ponerse la misma ropa más de una vez», «hay que probar nuevos productos cosméticos» en fin… así puedo nombrar cientos de ejemplos.
Uno de los problemas principales del consumo es que la disponibilidad inmediata hace de las compras un hábito. La consciencia se pierde en la costumbre de «comprar» y así se activa la dopamina y lo consideramos felicidad. La peligrosa felicidad inmediata que luego se reduce a confusión y/o complejos de inferioridad, y se suelen llenar activando nuevamente esa dopamina. Todo lo opuesto a la salud mental real, nunca se sale del «loop». Esto suma más personas a la lista de quienes sufren algún desorden emocional o síntomas como la depresión y la ansiedad. Para solucionar eso existe algo muy, muy eficiente:
– Ese es el Tip N. 3: Activa tu creatividad!!! Eres y siempre podrás ser más creativo. La creatividad no está únicamente en buscar la mejor combinación de nuevas prendas y demostrar a amigos y amigas que bien lo haces. Hay muchísimas actividades creativas con las que el consumo excesivo puede modificarse. Incluso puedes «redescubrirte» y hacer con tu creatividad lo que nunca imaginaste!!!
Si no se te ocurre en que puedes ser creativa/o, escribe en un diario! O haz una agenda con colores en los días especiales!!! Solo tratando de redactar bien, o jugando con letras, te darás cuenta como tu cerebro se enfoca y tu creatividad se activa!!!
Redes sociales y sus identidades falsas
Todas los miembros de las redes sociales compartimos cierta falsedad. Simplemente al subir fotografías de solo buenos momentos ya existe falsedad. No es un secreto para nadie que la vida de otros no es perfecta, pero vemos tanta «perfección» que asumimos que debemos acercarnos más a ciertas características que otros tienen. Por otra parte está el buscar la dopamina con la «aprobación» de otros por medio de likes que podemos obtener.
Recuerda que otros también hacen scroll de forma automática, tienen diferentes prioridades, diferentes prejuicios o incluso no quieren mostrar que vieron algún contenido… y sobre todo!!! Recuerda que es un algoritmo el que maneja tu información y a quién se la muestra!!! Te muestra más de lo que genera el «loop» que descontrola tu salud mental y activa las ganas de más consumo digital.
Por otra parte, tampoco se puede negar que hay otros influenciadores que normalizan lo que se considera(ba) «feo» como salir sin maquillaje o mostrando esos gorditos sin baja autoestima. Esas personas muestran también una estabilidad o inteligencia emocional que puede llegar a envidiarse. Pero!!! Nadie llega a esos tipos de vida sin pasar por obstáculos incluso que pudieron ser severos.
La pregunta es… ¿Está en nuestra identidad lograr conseguir eso material y no material que otros muestran que tienen? Quizás!!!
– Ese es el Tip N. 4: Evalúa qué falencias en tí puedes y quieres mejorar, pero por tu bienestar!!! No por el afán de ser reconocido o mostrar a otros cuánto pudiste lograr. Las redes sociales debemos usarlas a nuestro favor, sobre todo como herramienta de aprendizaje. Por ejemplo siguiendo cuentas que explican panoramas y experiencias para lograr algo o evitar caer en «errores» o circunstancias difíciles.
El éxito tiene que ver más con la libertad que con el reconocimiento
La identidad es como nos vemos a nosotros mismos. El reconocimento o la reputación es como otros nos ven. La forma en la que asumimos la identidad y el reconocimiento tiene consecuencias en la vida.
El Psicólogo Roberto Colom dice: Depende de cual sea mi identidad, voy a comportarme de un modo o de otro. Depende de cual sea mi reputación, mi lugar en la sociedad va a ser uno u otro. El reto es coordinar como me veo yo y cómo me ven los demás. ¿Cómo consigo mejorar el reconocimiento? Pues mejorando mi reputación. Pero si mejoro mi reputación de un modo incongruente con mi identidad van a existir discrepancias.
Esas discrepancias son las que pueden causar problemas en autoestima y salud mental. El ejemplo típico es el esfuerzo agudo por lograr algo sin disfrutar el camino, ese algo quizás no coincidía con la identidad. Al final se puede lograr ese algo y también se concluye que no era la felicidad buscada. No hubo libertad real en el proceso, tampoco felicidad al final, por lo tanto el éxito no es real aunque haya reconocimiento.
– Asi llegamos al Tip N. 5: Aunque todos sabemos que hay deberes y responsabilidades. Disfruta el camino!!! Si no se puede disfrutar, por las razones que sea, es porque no hay libertad. Es cierto que hay caminos en los que se siente menos libertad que en otros pero se puede disfrutar mucho. Escribe las ventajas del objetivo final y evalúa muy bien si podrás disfrutar del camino. Evalúa también si ese objetivo al final te daría más bienestar y más libertad.
Tener «buena apariencia» no significa consumir más
No sobra aclarar que no se trata de adquirir un estilo de vida “hippie” o “comunista” en el que no se le de importancia a intereses individuales o a nuestra identidad.
Vayamos a un ejemplo concreto: ¿Hasta qué punto es importante maquillarse? Maquillarse hace parte de las tendencias de consumo “innecesarias” y desafortunadamente la industria cosmética es de las que más está ligada a la contaminación potente del planeta.
Por ejemplo en mi caso, el maquillaje hace parte de mi identidad y SI me hace sentir mejor cuando lo uso. Sin embargo eso no quiere decir que deba comprar todos los productos disponibles, tipos de bases, rubores, labiales, shapoo etc. Así tenga el dinero para comprarlo.
También es necesario no mantener muy lejos ese «sentirse mejor» contigo misma/o con maquillaje que cuando no lo tienes.
Para algunas mujeres el maquillaje es un hobbie oficial, lo consideran su arte o sencillamente es su profesión. Eso también está bien, hace parte de su identidad. Pero para nadie es un secreto que muchas «mortales» compran este tipo de elementos sólo porque se ven atractivos, llenan superficies y estantes para terminar botando esos kilos de plástico.
En el tema de consumo consciente, he aprendido a mantener el gusto por mi cuidado diario disminuyendo muchísimo la cantidad, comprando productos menos contaminantes y de mejor calidad precisamente por los componentes naturales que afectan muchísimo menos tanto mi bienestar como el del planeta. Indirectamente este ejemplo nos lleva a…
– El Tip N. 6: Ten muy presente que las decisiones a corto plazo no son lo mismo que las pensadas a largo plazo.
Esa base de maquillaje cada día puede significar un deterioro irreversible de la piel en un futuro no muy lejano. O por ejemplo ¿Cuántas veces estás tomando esa copa de alcohol por semana? Pensar en eso es consumo más consciente!!! Conocer de donde viene y el efecto de eso que le aplico, le añado y/o introduzco en el cuerpo.
¿Es coherente ese sacrificio al que se somete al cuerpo por un objetivo final? ¿Es necesaria esa solución que ese producto promete? Debe estar como prioridad irte educando en eso que consumes y verificar si puede causarte daños. Esos daños son típicos en la industria cosmética. Obviamente la perfección no existe y no se pueden entender todos los químicos de los cosméticos, pero si hay ciertos parámetros claros para mantenernos en la onda de un estilo de vida saludable y consumo más consciente.
Responsabilidad de consumo por tu bienestar
En el párrafo anterior diferencio las decisiones a corto y largo plazo. De eso se derivan muchos de nuestros deberes y responsabilidades. La incomodidad de una circunstancia en el presente puede significar un gran beneficio en el futuro. Un ejemplo es el beneficio a futuro de contar con un planeta habitable!!! aunque hoy sea incómodo renunciar a malos hábitos como tomar cola todos los días.
Asumir que tenemos un rol con el planeta es fundamental. La palabra «responsabilidad» suele generar rechazo automático, quizás porque se le ha dado un contexto de obligación. Pero actuar conscientemente no solo borra ese contexto de obligación, también añade el sentimiento de satisfacción. La consciencia de saber que cada día vas sumando más y más a una causa específica por tu bienestar a futuro, es satisfacción por la certeza de que se va por buen camino. Es esa satisfacción que SI hace parte de la salud mental real.
Afortunadamente somos seres sincronizados con la Tierra y nuestro bienestar tiene un efecto en el bienestar de nuestro entorno y viceversa. Existen ciclos regenerativos cuando actuamos en conexión con nuestro planeta. Un ejemplo de eso son los beneficios para nuestra salud cuando consumimos alimentos regionales. Click aquí si quieres ver el video. Los parámetros de sostenibilidad de la Tierra se alinean con los de nuestro cuerpo.
– Ese es el Tip N. 7: Último pero no menos importante! Asume tu responsabilidad contigo mismo y con el planeta.
Claro, el cuidado del medio ambiente y el consumo consciente por un planeta más sostenible no hace parte de las prioridades de casi nadie!!! Quizás porque la amenaza de un planeta inhabitable se ve relativamente lejos. Y muchos que saben que la amenaza está cerca, pueden tener actitudes derrotistas y desligadas asumiendo que ellos solos no pueden hacer algo al respecto. Pero eso es como el voto por un gobierno. Asumir responsablemente el rol en una sociedad democrática es el aporte para que en realidad haya progreso.
Si sientes que estos tips pueden hacer una diferencia en tu vida y tus prioridades, contesta diferentes preguntas de este Blog escribiendo para tí. La claridad que te muestra lo que contestas a ti mismo por escrito tiene demasiado valor!!! Así puedes definir más fácil tus prioridades de bienestar mental.